A veces nos cuesta comprender cómo llevamos 7.000 años consumiendo vino y no ha sido hasta los años 70 cuando se ha empezado a tomar conciencia de este manjar que acompaña a los platos.
Según un estudio, el 85% de los clientes que se enfrentan a esta tarea reconocen saber muy poco o nada sobre vinos.
La falta de conocimiento sobre un mundo tan amplio, junto con las diferentes percepciones que los degustadores puedan tener de una misma referencia, hacen que, en ocasiones, elegir un vino sea una tarea compleja. Y puede resultar una experiencia abrumadora si el comensal debe seleccionarlo en una bodega que resulte tan extensa como excelente.
Con la tradicional carta de vinos, muchos comensales se sienten como quien se enfrenta a leer una enciclopedia para ver qué palabras le atraen más. Una tarea pesada que deben llevar a cabo rodeados de infinidad de dudas. Los expertos, sin embargo, pueden identificarlo como sumergirse en un best seller de cientos de páginas que están deseando devorar. No obstante, tanto para unos como para otros, la tarea no es liviana.
Los primeros, los de escasos conocimientos, intentarán que el sumiller les oriente en su decisión, si es que el restaurante cuenta con esta figura. Al final, simplemente por abreviar el tiempo de selección, terminarán eligiendo por precio o por alguna referencia que consideren familiar, y, no nos equivocamos mucho, si decimos que se decantarán en su mayoría por un Rioja crianza.
¿Cómo elegir el vino para la comida?
En primer lugar, debe elegir el vino quien lo vaya a consumir. Después, tomar la decisión de arriesgar o de ir sobre seguro. Los que vayan sobre seguro seguramente se decidan por un Rioja de calidad media, o seleccionarán un vino de zonas que están elaborando muy buenas referencias, como Ribeira Sacra, Calatayud…
Las cartas de vino tradicionales abruman por su extensión en restaurantes de alta categoría. Por ejemplo, la carta del Atrio tiene más de 300 páginas. El comensal quiere acotar, definir un precio, una uva, una añada. Una tarea complicada ante una carta tan extensa. Y no sólo eso, quiere saber, además, cual es el vino perfecto para un maridaje completo con la comida que va a degustar.
Winerim enriquece la experiencia con el vino
Para aquellos comensales que se encuentran ante la problemática de seleccionar un vino dentro de una extensa carta con cientos o miles de referencias, Winerim se convierte en el aliado perfecto que mejorará todo el proceso previo a la degustación.
La presentación visual y la facilidad de uso de la plataforma a la hora de seleccionar la referencia adecuada para su mesa, hacen de Winerim una herramienta imprescindible para la elección. El sencillo sistema de filtrado, permite al comensal acotar las búsquedas y realizar una selección precisa en función de sus gustos.
Además, permite conocer cuáles son los vinos que mejor encajan con el menú que va a tomar. Una vez realizada la selección, el cliente puede acceder a toda la información y notas de cata de cada una de las referencias que ha seleccionado. Nunca antes de Winerim ha sido tan sencillo elegir el vino que te acompañará en la mesa.